¡Buenas tardes de domingo a todos!
Supongo que algunos esperabais que actualizase antes el blog, pero me podía la vaguería, además de tener poco que contar. Llegué el jueves por la mañana en un vuelo tranquilo gracias a que tenía un libro sobre el que descargar todo mi nerviosismo. Tuve la suerte de que mi casero me vino a buscar al aeropuerto y no tuve que darme codazos en el autobús. La verdad es que este señor merece una entrada aparte, pero hoy no me apetece mucho escribir y apenas esbozaré un poco todo.
Cuando llegué a "casa" me llevé una inmensa alegría al comprobar que la habitación era bastante más grande de lo que recordaba. Como podéis ver en las fotos, cabrían todas las COT en sacos del Decathlon ;). En Bologna los caseros se suelen aprovechar de la escasez de viviendas y hacen habitaciones minúsculas a precio de oro, pero la verdad es que la mía es perfecta, excepto por los enchufes. No tienen la misma medida que en España y, por ejemplo, el alargador del Mac no entra en ninguno. Compré un ladrón a ver si podía solucionarlo, pero nada, Misión Imposible de Brian de Palma.
Lo único de la habitación que echo en falta es un poco más de luz, ya que la ventana da a un patio interior y sólo entra el sol hasta las cuatro de la tarde, más o menos... Lo que hace que sea muy fresquita (ahora se agradece... ya veremos en invierno), además de silenciosa.
Lo dicho, que la habitación está genial, pero aún no he firmado el contrato. ¿Por qué? Por la burocracia italiana, sus pausas y relajación. Son todos unos torpes de mucho cuidado, además de unos sinvergüenzas que no guardan un mínimo de diligencia. Ains... jamás pensé que diría esto pero allá va: echo de menos el papeleo en España, donde sabes lo que te van a pedir PORQUE SE EXPLICA EN UN PAPEL INFORMATIVO, no que cuando tienes "lo que te faltaba", te dicen que además falta otra cosa... me crispo, lo siento. Me encanta que hagan edificios pantagruélicos, con veinte ventanillas de atención, para que luego sólo trabajen dos tipos (contados, no hipérbole) y el resto de la plantilla se turnen para tomar el café y hacer chorradas en la fotocopiadora: "vuelva usted mañana" en estado puro.
Total, que espero echar el autógrafo de una santa vez mañana, si el destino (o los funcionarios) no se pone en contra.
En cuanto a la universidad, qué os voy a contar, estoy en Bologna, sede de la universidad más longeva de Europa y de las más prestigiosas en humanidades del mundo (para más información: http://es.wikipedia.org/wiki/Universidad_de_Bolonia), donde han estudiado desde Dante y Petrarca, hasta eminentes juristas que escriben tostones de libros (chicas, pisaré las aulas de nuestro querido Albaladejo). La experiencia es un grado, dicen. Pero la facultad, por prestigiosa que sea, se encuentra en un estado deplorable, decrépita por los estragos que causa la lluvia en cualquier estructura. Hasta la virgen está hecha polvo, con lo que son estos italianos con su "madonna". Ya colgaré fotos para que podáis apreciar vosotros mismos el desastre de edificio en el que voy a estudiar mi último curso (¡cómo suena!) de Giurisprudenza.
El aparato burocrático de la uni también es muy... tranquilo, digámoslo así. El horario de apertura de la oficina de relaciones internacionales (siendo esta universidad de las que más erasmus acoge cada año) es de 9:00 a 11:30, e imagino que no se privarán de la pausa para tomar el café. Mañana iré a incordiarles un poco para solucionar el tema de las convalidaciones de asignaturas, que es lo que realmente me preocupa. Eso y el hecho de que tengo sólo cuatro materias en España, y que cada una es de un curso aquí, por lo que no tendré ni un día libre, además de que este año ya sé lo que les voy a pedir a los Reyes Magos: el don de la ubicuidad (me encanta eso de tener clases distintas en el mismo horario y en zonas dispares de la ciudad por ser la facultad demasiado pequeña para albergar todas las aulas necesarias...).
Vamos, que estoy muy contenta con la organización, los precios, la conducción y un largo etcétera de sin sentidos que sólo aquí podrían suceder. Pero es que, chicos, Italia is different, hay que asumirlo.
Por lo menos la ciudad mola un montón y se pueden dar largos paseos descubriendo cosas que ayer pasaban inadvertidas: frescos en la pared de un soportal, ensayos de ópera que se oyen desde la calle, ferias improvisadas, un futbolín en medio de la calzada con chavales turnándose para jugar, dueños de Mercedes SLK desquiciados por no poder aparcar... esas pequeñas cosas que a una le alegran la vida.
También tengo que hacer una breve referencia a mi nuevo medio de transporte. Os presento a Perdigona, mi "nueva" bici. Me la ha prestado el casero, ofreciéndome otra pero dándome a entender que ésta era mejor (cómo sería la otra...) El nombre, obviamente, hace honor a su predecesor, el gran Perdigón, que ejerció muy bien su función durante cuatro años, con algún catarro, pero nada insuperable. El caso es que Perdigona me recuerda mucho a él: es blanquita, suena a chapa rota cada vez que atravieso rauda y veloz un bache, y el pedal roza con la pata de cabra en cada pedalada para hacer la travesía mucho más rítmica. En resumen: una joyita. Además, el hecho de que haya que poner cadena a la bici hace que tenga su propia llave, y eso de salir de un sitio con las llaves en la mano es muy urbanita y me recuerda mucho al gran Perdi, al que lo único que jamás se le estropeó fue el cierre centralizado, xDD
¡¡Besos desde Bologna!!
P.D.: Carrerón de Alonso today!!! Sono una tifosi!
7 comentarios:
buonissimo notizie!! le tue e quelle di Alonso. Mi dichiaro assolutamente innamorata di perdigona, anche se non si potrai portare a tutte a casa con lei...
Bueno, lo de los comentarios me vacila, así que te lo pongo como anónimo (a ver si adivinas quién soy jajaja :P )
el caso es que la bici es bonita jajaja.. rollo holandés, pero, según la has descrito, con un punto italiano (caótico :P ). La habitación parece muy agradable, la verdad, y lo de los enchufes.. debe de haber una manera, no? si te vale, siempre puedes poner uno de cambio de entrada (no sé si son planos...) y luego otro para que te quepa lo del MAC. En fin, que te veo haciendo malabares con los adaptadores jajajaj... lo siento por especular, ni siquiera he visto los enchufes, pero no he podido evitarlo!
A las italianas y especuladoras que se han tomado la molestia de leer el blog: Perdigona es toda una campeona que en sus tiempos mozos hubiera ganado el Giro; y lo de los enchufes por ahora no me causa mayores problemas que desplazar un poco la cama si quiero ver alguna serie (que es en lo que invierto gran parte de mi tiempo :P), porque tengo uno escondido tras la pata de la cama, como los secuestradores xD
Hoy he tomado un café con una erasmus (una española filóloga de hispánicas en Irlanda, ni más ni menos), mi barra sims de sociedad empieza a ponerse verde malaquita :P
Pero que bici tan monina!!!! Su nombre es ideal, me encanta!!!! Como podrás comprobar ya he podido acceder al blog por fin y ahora tienes dos seguidoras idénticas (como molo eh?)
María! Cuando quieras te llevo a dar una vuelta :P
Prima, no te quejes de Italia. ¿Qué esperas de un país en el que manda Berlusconi?
A mi Italia me recuerda a la España de finales de los 70 (por lo que me han contado, ¿eh?)
Ya te acostumbrarás a la vida bohemia.
Si se pueden hacer peticiones a la cabina del DJ, quiero un post gastronómico, que sabes que la familia se preocupa siempre de lo que comes.
Un beso!
Pues no me gusta mucho el nombre de la bici, "Perdigona"??? En un país donde ponen un nombre tan bonito al emblema de un coche ("Cavallino rampante") Tú vas y le pones perdigona??? Un poquito de estilo italiano, niña!
La habitación es preciosa, por cierto que tal las otras inquilinas?? Y más por cierto aún, cuándo podemos conectar contigo?? Porque nos metemos todos los días a partir de las 9 y media y no hay tu tía!
Un besazo, cuidate.
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